A primeros de año descubrí las bases de la primera edición del concurso de Fotografía con el que la Associació Catalana de Tintinaires 1001 de Barcelona, dedicada al estudio y divulgación de la obra de Hergé, quería homenajear a su compañero y fotógrafo del colectivo Joan Trulls. Y, aún sin mucho tiempo, decidí que intentaría participar.
Cuando leí la convocatoria me pareció algo muy bonito por lo que significaba para esta asociación, a la vez que un ejercicio de creatividad. El objetivo era evocar a Tintín, una de mis grandes pasiones, y comencé a pensar en sus aventuras, en cómo lo conocí siendo un niño de unos cinco o seis años… Y, por tanto, me llevó a pensar en mi infancia. En las horas de juego creando mis propias aventuras, protagonizadas en algunas ocasiones por los clicks de Playmobil, otra pasión que a día de hoy también es parte de mi vida.
Y doy las gracias a la asociación porque, en pequeños momentos del día conseguía desviarme de la rutina y me animaron a jugar, a sacar ese niño que a tan tierna edad quedó fascinado con el mundo del intrépido reportero. Y decidí crear una imagen inspirada en el álbum de Congo, al que este año Moulinsart le ha dedicado el 90º cumpleaños de Tintín con la versión original en color.
Con las limitaciones características de los clicks, pero escogiendo los elementos precisos para conseguir una imagen clara en la que quedaran representados Tintín y Milú sólo con piezas originales, seguí “jugando” a intentar evocar varias viñetas de una de mis secuencias favoritas, la de las jirafas. Y de la mano de mi mujer, Elena, que me animó a hacer realidad la foto, salí a buscar la sabana congoleña de Hergé en la malagueña playa de la Misericordia. Y aquí tenéis el resultado. ¡Y ha sido la ganadora!
Aunque me hubiera encantado, no pude estar presente en el acto del pasado 23 de marzo en la capital barcelonesa en el que se hizo público el veredicto del jurado, pero fue un honor participar y sería imposible expresar en estas líneas la ilusión que experimenté cuando me dijeron: «vimos tu foto, y ahí estaba Tintín».
Isa Fernández, prima de Elena, recogió el premio en mi nombre.
Así que aquí vuelvo a dar las gracias. No sólo por tan genial lote de regalos, que compartiré con mi hija Éire, que pronto nacerá, y a la que intentaré inculcar la pasión por Tintín; sino también por tan bonita experiencia.
No podía faltar al final de esta entrada alguna imagen del «making of» de una foto tan clickera:
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Sonría, por favor 